Hoy vamos a hablar sobre uno de los monumentos más bonitos de Madrid y seguramente del mundo: El Palacio Real de Madrid, también llamado Palacio de Oriente.
El Palacio Real es la residencia oficial del Rey Juan Carlos I, aunque como seguramente todo el mundo sabe, no habita en él, sino que sólo se dedica a actos oficiales del monarca. Actualmente el Rey vive en el Palacio de la Zarzuela.
El origen del palacio se remonta al siglo IX cuando fue construido el Real Alcázar y donde vivieron los reyes españoles hasta que en la Nochebuena de 1734 fue destruido por un incendio, que además de destruir el edificio, destruyó también muchas grandes obras artísticas Tintoretto, El Greco, Veronés o El Bosco, entre otros grandes de la pintura. Pero no se perdió todo, una de las que se salvaron fueron Las Meninas, que fue arrojada por la ventana durante el incendio, gracias a lo cual, ha llegado hasta nuestros días y podemos admirarla. También tuvieron suerte otras grandes obras, que fueron trasladadas al Casón del Buen Retiro por las obras que esos días se llevaban a cabo en el edificio. Para hacerse una idea de la magnitud del incendio, basta decir que duró 4 días y que hasta fundió algunos objetos de plata que había en el interior.
En 1738, cuatros años después del desastre, el rey Felipe V ordenó la construcción de un nuevo edificio en el mismo lugar: el actual Palacio Real de Madrid.
Filippo Juvara fue el encargado de comenzar a construir el palacio, pero su increible y majestuoso diseño no se llevó a cabo por la su prematura muerte y sus obras fueron continuadas por uno de sus discípulos, Juan Bautista Sachetti.
Pero el verdadero artífice del palacio actual fue el gran militar y arquitecto Francesco Sabatini, al que Carlos III encargó la ampliación del edificio en 1760 cesando a tus antecesores y dando una mayor velocidad a las obras, puesto que hasta el momento la construcción había sido demasiado lenta. Con una gran organización militar y un diseño más moderno, durante 4 años se prolongaron las obras y por fin en 1764, Carlos III se trasladó al Palacio Real convirtiéndose en el primer rey que habitó el edificio aunque todavía quedaba por finalizar la decoración de su interior.
Para la decoración, Carlos III confió en Matias Gasparini para que se encargara del diseño de las habitaciones y en Antonio Rafael Mengs y Juan Bautista Tiépolo para que se encargaran de las pinturas de las bóvedas. Incluso se sustituyeron puertas y ventanas.
Pero después, el palacio ha sufrido remodelaciones, como la encargada por Fernando VII en el siglo XIX con la intención de transformar el edificio de un antiguo estilo italiano a un moderno estilo francés. Tantas remodelaciones ha sufrido el palacio que de la época de Carlos III sólo se conservan intactos el Salón del Trono, la Real Capilla, el Salón de Gasparini, la Sala de Alabarderos y la Sala de Porcelana. De esta manera cada vez que subía al trono un nuevo Rey, este encargaba las remodelaciones según su gusto.
Pero aún así, hoy en día tenemos uno de los palacios reales más bellos del mundo, con diversidad de estilos, con una arquitectura envidiable y con unas obras de arte en su interior de incalculable valor. Por tanto un monumento imprescindible que visitar en Madrid.
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