Caminando por la calle de Fernando VI y al llegar a la confluencia con la calle Pelayo,en pleno barrio de Chueca nos encontramos con impresionante palacete que no deja indiferente a nadie. Se trata del Palacio de Longoria o también llamado Casa Longoria. Nuestra mirada no puede dejar de dirigirse hacia la cúpula y sus miradores y viendo el edificio,uno no puede dejar de pensar en otros de estilo similar como la Casa Mila de Barcelona o el Palacio Episcopal de Astorga.
A diferencia de lo que pudiera parecer al ver la fachada,el Palacio de Longoria no es obra de Gaudí,sino de José Grases Riera,también catalán y compañero del arquitecto de la Sagrada Familia,que lo construyó en 1902 con un claro estilo modernista nunca visto antes en Madrid. El encargo de su construcción fue un millonario de la época llamado Javier González Longoria,el cual da nombre al edificio.
El edificio ha tenido varios dueños durante su historia. 10 años después de su construcción,en 1912,lo compró la Compañía Dental Española para residencia de su presidente hasta que en 1946 lo vendió a Construcciones Civiles. 4 años más tarde,lo compró su actual propietario,la Sociedad General de Autores y Editores.
Seguro que después de leer este artículo no podrás dejar de ir a contemplar este edificio único con ornamentación barroca de influencia francesa.
Desafortunadamente no se puede visitar su interior y admirar su escalera de dos brazos con barandilla de hierro forjado y bronce que se abre hacia una cúpula de vidrieras sustentada por columnas. Si finalmente,la SGAE se traslada a otro edificio,como es su intención,esperemos que el Palacio de Longoria sea abierto al público y todo el mundo pueda disfrutarlo.
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